lunes, 10 de enero de 2011

La arrogancia del PRI de Moreira

El Partido Revolucionario Institucional logró dar un paso importante para renovar su dirigencia con un candidato de unidad. Todo indica que el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira tendrá la responsabilidad de dirigir los destinos del priismo durante los próximos años. Entre las batallas más importantes se encuentra la elección en Guerrero de los próximos días, la renovación de la gubernaturas del Estado de México y Michoacán y, por supuesto, la elección presidencial de 2012 que será la madre de todas las batallas.

El PRI cree tener el mejor escenario para recuperar la Presidencia de la República el año entrante con un precandidato bien posicionado en las encuestas y sin rupturas internas. Pero la arrogancia y el exceso de confianza es una las principales dosis para fabricar la derrota.

En política no hay fórmulas que funcionan eternamente, lo que sirvió en una elección no sirve en otra y la única constante en estos asuntos es el cambio. Así como en la ley de las especies de Darwin, solamente sobrevive quien tiene la capacidad para adaptarse a las nuevas circunstancias, el PRI ha ido avanzando y ha sido capaz de cantar sus victorias pero nada está escrito aún.

Es cierto que el priismo se ha fortalecido en elecciones locales, pero también es cierto que ha perdido bastiones importantes, como por ejemplo Oaxaca y Sinaloa.

A través de un comunicado, la diputada Beatriz Paredes manda un mensaje de arrogancia anunciando el regreso del PRI a Los Pinos como el destino escrito de todos los mexicanos, habría que recordar que la estrategia para ganar las elecciones en los estados no es la misma para una elección nacional.

En una actitud similar, Moreira intenta subir al ring de pelea al Presidente de la República diciendo que solamente debatiría con él y no con el dirigente del PAN

Pareciera pues que la estrategia consiste en mandar mensajes de “fuerza” hacia los ciudadanos. Sin embargo, habrá que recordar lo que significó para el país siete décadas de un partido hegemónico, un partido de Estado que argumentando su experiencia para gobernar pretende regresar al poder. La capacidad para gobernar se mide en con resultados y los estados de la República gobernados por el tricolor no están muy lejos de estar en los primeros lugares en nivel de vida.

Cambiar el empaque y relanzar el producto no significa que el contenido haya mejorado. Sin bien es cierto que muchos ciudadanos, por el mismo desencanto que tienen hacia la política, se podrían ir con la finta, cada vez son más los electores informados y críticos que basan su voto en los buenos resultados.

No hay que echar pues las campanas al vuelo, muchas cosas pueden pasar de aquí al 2012 , hoy por hoy cualquier partido político podría gobernar este país.

www.victorzepeda.com

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