lunes, 6 de septiembre de 2010

Mediocracia

La semana pasada hablábamos del papel de los medios en el los procesos electorales, concluíamos que son uno de los factores (no el único) para ganar o perder una elección.

Pero su función en los sistemas políticos democráticos ha ido más allá, al grado de que teóricos de la comunicación política hablen de la mediocracia como una fase superior al de la democracia.

En México el término fue acuñado por el doctor Raúl Trejo Delabre, quien explica que el papel protagónico que juegan los medios no sólo es en el sistema electoral mexicano sino en el propio funcionamiento del sistema político en general. Trejo define a la mediocracia como “un sistema hegemónico de medios que se sobrepone a las instituciones democráticas”.

El investigador coincide con otros teóricos de que el poder de los medios se ha incrementado como una tendencia internacional, sin embargo al caso mexicano hay que sumarle la “excesiva” concentración mediática. Una sola cadena televisiva controla el 70 por ciento del mercado y entre Televisa y TV Azteca tienen el 90 por ciento del pastel.

El problema de esta concentración no es sólo que limita las ofertas en contenido, sino que presenta realidades generalizadas que no siempre corresponden a la diversidad de nuestro países. Por otro lado, el excesivo poder económico de las televisoras y su incidencia en la opinión que la ciudadanía tiene de sus gobiernos, las convierte en poderes fácticos. Es decir, poderes no Constitucionales que actúan “de facto” para defender sus intereses y que son capaces de sobreponerse a los demás Poderes de la Unión.

Para desgracia de muchos, en nuestro país la clase política no ha entendido la transcendencia del tema. No ha sido capaz de ponerse de acuerdo para modificar la Ley Federal de Radio y Televisión así como la de Telecomunicaciones con la finalidad de aprovechar los grandes beneficios que podría traernos la convergencia tecnológica. Los avances en telecomunicaciones, por ejemplo, nos permitiría tener internet en cualquier parte del país, con las posibilidades de apertura al mundo que esto significa. El ancho de banda de la televisión digital permite enviar otro tipo de datos y no solo TV. La radio digital tiene mil posibilidades. Todo esto aunado a la creatividad de las nuevas generaciones permitiría un desarrollo inimaginable en cuanto a la forma de percibir el mundo a través de los medios.

Pero todos estas posibilidades se ven frenadas por intereses particulares que prefieren la ganancia inmediata antes que el avance de todos. Más triste aún es que la clase política aún siga creyendo que apareciendo en el canal 2 tiene asegurado su futuro político. Afortunadamente cada vez más mexicanos tenemos acceso a internet y poco a poco hemos ido distinguiendo entre información oficialista y la que surge de manera espontánea. Las redes sociales como Facebook y Twitter vendrán a reforzar las tesis de la mediocracia de la que habla Trejo, pero con una gran diferencia: estos medios son horizontales y los contenidos los crean los usuarios en beneficio de los sistemas democráticos.

@victorzepeda