domingo, 18 de julio de 2010

¿Para qué demonios serviría una reforma laboral?

332 iniciativas de ley para reformar la Ley Federal del Trabajo (LFT) en los últimos 12 años. Ocurrencias, buenas intenciones, parches, pero ninguna integral. Si bien es cierto que en México el problema es la aplicación de la ley, lo cierto es que llevamos 40 años de atraso en materia laboral. La actual LFT entró en vigor en 1970 durante el sexenio de Díaz Ordaz. En ese entonces sólo había 48 millones de mexicanos. Las relaciones comerciales con otros países eran muy diferentes, no se habían firmado tratados de libre comercio, la interdependencia con otros países originada por la globalización aún estaba en pañales, teníamos un modelo económico basado en el mercado interno.

Todo indica que Felipe Calderón se jugará su última reforma importante en este periodo legislativo (que iniciará el uno de septiembre), es una reforma toral para su gobierno. Recordemos que como candidato se posicionó como el presidente del empleo. Pero el escenario no es el mejor pues los resultados electorales del 4 de julio han dejado desgastada la de por sí complicada relación con el PRI. Pero en política todo es posible y tal vez los cambios en el gabinete, específicamente la salida del Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, obedeció a algunos acuerdos planchados en Los Pinos con Manlio Favio Beltrones.

Ayer el coordinador de la bancada panista en el Senado, Gustavo Madero exhortó a sus compañeros a apoyar la propuesta. Según argumentó, no es un capricho del blanquiazul sino que es un proyecto integral que recoge las inquietudes de las demás fuerzas políticas. ¿Qué tan urgente es modificar la Ley Federal del Trabajo?

Aunque no soy muy amigo de las cifras, veamos los siguientes indicadores. En competitividad, México está por los suelos. De acuerdo al índice del Foro Económico Mundial (2009-2010) estamos en el lugar 60 de 133 países. Dice la fundamenación de la iniciativa que de los 12 pilares que evalúan el nivel de competitividad de un país, el relacionado con la Eficiencia del Mercado Laboral mexicano fue el que obtuvo la peor calificación, al ubicarse en el lugar 115 de 133 (por debajo de Bangladesh, Mali, Nepal, Filipinas y Sri Lanka). Tan sólo en el último año cayó cinco posiciones.

En resumen, la propuesta de la Secretaría del Trabajo que presentó a través del Grupo Parlamentario del PAN, consiste en: Implementar nuevas modalidades de contratación individual para que los trabajadores cuenten con prestaciones y seguridad social y el tiempo laborado contará para la antigüedad. Incluye el término de “trabajo decente”. Hacer obligatorio para los patrones que sus instalaciones sean adecuadas para que laboren personas con discapacidad. Prohibe a los patrones que exijan a las mujeres certificados médicos de ingravidez para su contratación. Las madres trabajadoras podrán transferir hasta cuatro de las seis semanas de descanso anteriores al parto, incorpora como trabajo a domicilio el que se realiza a distancia utilizando tecnologías de la información. Prever la colaboración de los patrones para asegurar el pago de pensiones alimenticias. Obligar a los patrones a afiliarse al INFONACOT. Sanciona el acoso sexual. Tipifica como delito la contratación de menores de 14 años fuera del círculo familiar. Precisa la jornada de los trabajadores domésticos. Regula las modalidades de la contratación de los trabajadores mexicanos que laboran en el extranjero. Evita que las huelgas se prolonguen indefinidamente, niega el trámite de emplazamiento a huelga cuando no se precisen las violaciones al contrato colectivo y elimina el descuento obligatorio por nómina de las cuotas sindicales. La propuesta sacaría del rezago a México en competividad, ahora sólo falta ver qué dice la oposición y sobre todo como ponen el grito en el cielo uno de los poderes fácticos de este países llamado sindicatos. Ya veremos.

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